Incapacidad, persistente o recurrente, para obtener o mantener una erección suficiente como para poder realizar una penetración.
Este problema suele causar un malestar significativo a la persona que lo padece y un deterioro de las relaciones de pareja.
Posibles causas
En este tipo de problemas las causas pueden ser orgánicas y/o psicológicas, y evaluar en la primera sesión para una intervención adecuada del mismo.
Las causas orgánicas pueden ser muchas: tanto cardiovasculares, hormonales como neurológicas. Así como la presencia de fármacos como antidepresivos.
Las causas psicológicas pueden ser: problemas de ansiedad ante la ejecución sexual, miedo al fracaso, estrés laboral, miedo a tener enfermedades sexuales o embarazo, problemas de pareja,…