Ausencia o retraso persistente o recurrente de la eyaculación, tras una fase de excitación sexual normal. Si finalmente se consigue la eyaculación, requiere un largo esfuerzo y tiempo.
Normalmente se da durante el transcurso de una relación sexual y no suele haber problemas de erección.
En la mayor parte de ocasiones, la inhibición de la eyaculación sólo se produce durante la penetración. Estas personas no suelen tener problemas en eyacular durante la masturbación a solas o en pareja.
Suelen causar un malestar significativo a la persona que lo padece y un deterioro de las relaciones de pareja.
Posibles causas
La inhibición de la eyaculación puede ser debido a un intenso placer sexual, ya que puede prolongar mucho las relaciones sexuales. Sin embargo, con el tiempo siendo un problema para los dos. Por un lado, la pareja puede reaccionar mal y dudar de su atractivo o disfrute sexual; o bien, puede resultar incómodo ya que su funcionamiento sexual no requiere tanto tiempo.
También, este problema suele empeorar cuando se pretende buscar hijos. Cuando la presión crece, empeora el problema.
Y finalmente, crece la ansiedad en la persona cuando va a tener relaciones sexuales por miedo a no terminar y le puede conducir a evitar tener contactos sexuales.